Eva Bordás, una más en el box de Alonso

EN EL GRAN PREMIO DE ESPAÑA DE FÓRMULA 1
Eva Bordás, una más en el box de Alonso
Ha sido el único mecánico español de Alonso el pasado fin de semana
El domingo los mecánicos le hicieron un regalo

La mecánica española Eva Bordás. FOTO: Ana Montenegro
Actualizado lunes 28/04/2008 13:30 (CET)
ANA MONTENEGRO
MONTMELÓ (BARCELONA).- Eva Bordás ha pasado cuatro días en el box de Fernando Alonso en el Circuito de Montmeló, coincidiendo con la celebración del Gran Premio de España de Fórmula 1. Ha sido una experiencia "única" de la que ha aprovechado hasta el último segundo.

Eva nació en Morella (Castellón) en 1966 y desde siempre le interesó la mecánica que conoció de primera mano porque su padre tenía un pequeño taller de reparación y agente de ventas de Renault en la localidad castellonense. Estudió ingeniería técnica en la Universidad de Valencia, "una carrera dura pero apasionante" y el proyecto final lo hizo en la Facultad de Ingeniería Industrial Superior sobre "Instrumentación de un motor Renault".

Desde entonces es la encargada da la empresa familiar, Talleres Honorio. Ya trabajando, realizó el curso de Coordinador Técnico (Cotec) de Renault, lo que le ha permitido convertirse, durante un fin de semana, en uno de los mecánicos de Fernando Alonso, dentro de un programa puesto en marcha por la empresa francesa de automóviles en todos los países donde llega el circo de la F1.

Como una más
El jueves por la mañana, recién llegada al circuito de Montmeló, Eva estaba tranquila pero expectante. Sólo tenía una preocupación, entiende bien el francés pero le cuesta hablarlo. Lo estudió de pequeña pero llevaba 10 años sin practicarlo. "Estos días he tenido que arreglarme en francés y el domingo ya era capaz de decir varias frases sin problemas", comenta el lunes, de regreso a su vida cotidiana, mientras además atendía a sus clientes.

Con el inglés fue más difícil, "aprendí varias frases de cortesía y me entendía como podía". Para explicarle a un "compañero" que tenía una niña le enseñó su foto en el móvil y él le mostró las imágenes de sus críos que tenía tatuadas en el cuerpo.

"En el box hay más ingleses que franceses, pero ningún español, sólo me entendía bien con un italiano que está casado con una argentina", explica. "Los ingleses son los que se ocupan del coche y de la caja de cambios, los franceses son los responsables del motor". Tres intensos días de vivencias mecánicas y humanas en los que se sintió "perfectamente integrada en el equipo, casi como una más".

El jueves ya tenía claro que iba a aprovechar la experiencia para aprender lo máximo posible con un temor: no molestar a sus colegas. Eva es sensata, sabía que no le iban a dejar tocar nada o casi nada, pero eso no le importa porque va a vivir una carrera desde el corazón, en un taller, donde ella disfruta más. Lo único que le hastiaba es que la ropa que le dieron, con su nombre bordado, le quedaba un poco grande, pero consiguió que le dieran dos tallas menos de pantalón y ya estuvo más cómoda.

Sensata y prudente, tuvo un recibimiento de lujo. A menos de dos horas de llegar a Montmeló comió en el camión restaurante de Renault en la mesa de al lado de Fernando Alonso. "Yo no le voy a decir nada ni a sacarle una foto, ni a pedirle ningún autógrafo, aunque tengo muchas peticiones de mis amigos, pero no me parece bien, debe ser muy incómodo estar todo el día acosado", comentaba.

De hecho, al terminar la comida tuvo ocasión de hacerse una foto con el piloto y no quiso acercarse. Ella a lo suyo. Sin embargo, estuvo encantada de hacerse una foto con su casi paisano Antonio Cuquerella, ingeniero del polaco Robert Kubica del equipo BMW, que es de Gandía.

La mejor alumna
Desde el principio se integró perfectamente con sus compañeros y el viernes, el día previo a la prueba de clasificación, estuvo con ellos hasta que terminaron, ¡a las 00.30 de la noche! "Yo sobre todo observaba, pero al final me dejaron hacer cosas fáciles como limpiar los piñones de la caja de cambios y guardarlos. Allí tienen todo perfectamente organizado, es como un quirófano y no queda más remedio porque montan y desmontan todo continuamente", explica.

Fue tan buena compañera que el domingo los mecánicos le hicieron un regalo, una pulsera montada con una abrazadera del motor en la que se insertaban tuercas, para ella tiene más valor que una joya de diamantes.

Inteligente y observadora, ha vuelto de Barcelona con nuevas ideas y algunas cosas que va a aplicar en su taller. "Me ha servido mucho ver los procesos y los métodos de trabajo, yo no tengo algunas de las máquinas que ellos manejaban pero voy a ver si encuentro cosas similares, por ejemplo me interesó mucho un calibre digital que usan para medir, voy a ver si lo consigo porque facilita mucho el trabajo o una especie de plumero con el que limpian sin problemas todos los huecos, a veces en el taller no pensamos qué nos puede facilitar el trabajo", decía el lunes entusiasmada.

Conocedora del oficio le sorprendieron también algunas tareas como introducir las piezas en un líquido que las enfriaba para poder colocarlas fácilmente y luego, ya situadas en su lugar, se calientan para que vuelvan a su tamaño.

La carrera la vivió en primera fila, delante las pantallas de los ordenadores de la telemetría, que miden cada segundo el funcionamiento del coche. "Vi en la televisión que el coche de Alonso se paraba, pero las pantallas de la telemetría no dieron también la información porque se pararon", explica.

En cuanto a "su piloto", Fernando Alonso, ella reconoce que se mantuvo en segunda fila pero insiste en que es muy amable con todos sus mecánicos, "el sábado, antes de ponerse el mono pasó a saludar todos", con lo que, de primera mano, rompe uno de los mitos del piloto. "Sus ingenieros y mecánicos, lo aprecian muchísimo y lo respetan porque él es capaz de sentir conduciendo lo mismo que dicen los ordenadores de la telemetría y eso es un don", añade.

El domingo, agotada y feliz, regresó por carretera a Morella, sin fotos con famosos pero entusiasmada con la experiencia y con el agradecimiento y el cariño de sus compañeros de fin de semana. El lunes a primera hora, como todos los días, llevó a su hija al colegio y luego se fue al taller… Tenía mucho que contar a sus otros compañeros

Me algro por ella ojala tenga suerte y la vuelvan a llamar. Solo hay una cosa que me sorprendio y no gratamente ¿tiene tatujes de sus hijos? Bueno cada loco con su tema jejeje pero no me haria una cosa asi en la vida y no estoy encontra de los tatujes

Me alegro mucho por que una persona ha cumplido un sueño, debe de ser la leche estar en el quirofano, digo en el taller de Renault.